¿Es posible una integración económica en la Región de América Latina y el Caribe?

Indiscutiblemente de las 7 regiones existentes en el mundo la más integrada es la Unión Europea (UE) a pesar de que solo 27 países la componen, de los 46 países europeos existentes. Es una región con 24 idiomas diferentes, pero esto no ha sido un freno. Hay dos sistemas económicos: Economías de mercado, lo cual es predominante en la región; y Economías mixtas. La UE tiene un mercado único con libre circulación de bienes, servicios, personas y capital. También cuenta con políticas comunes en comercio, agricultura, pesca y una moneda común (el euro) en 19 de los países miembros. No es la única integración, organización o asociación existente en el mundo.

En cambio, la región de América Latina y el Caribe (en lo adelante, región) está compuesta por 35 países, incluyendo naciones de América del Sur, América Central y el Caribe. A diferencia de Europa, en esta región solo hay 5 idiomas diferentes y 19 de estos países son de habla hispana, lo que se supondría que favorecería la comunicación en la mayor parte de la región. Hay diversos sistemas económicos:

  • Economías de mercado, lo cual no es predominante en la región.
  • Economías mixtas.
  • Economías centralmente planificadas.

Por otra parte, encontramos una región extraordinariamente rica en recursos naturales tales como: agua, petróleo, gas natural, el oro, el cobre, níquel, zinc, cobalto, bauxita, diamantes, y bosques de caoba y más. Líderes en cultivos de aguacate, maíz, trigo, banano, café, azúcar, caña de azúcar, algodón, entre otros. Productores de camarones, tabaco, ron y energía hidroeléctrica. En Belice encontramos la segunda barrera de coral más grande del mundo. Mientras que Venezuela es conocida por sus enormes reservas de petróleo, gas natural y biodiversidad.

También existen organizaciones y asociaciones regionales e internacionales que influyen en las dinámicas de la cadena de suministro y ofrecen oportunidades para la integración económica. Entre ellas están:

  1. Organización de los Estados Americanos (OEA): Promueve la democracia, los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo en la región.Todos los países de América Latina y el Caribe son miembros, a excepción de Cuba. El 3 de junio de 2009, los Ministros de Relaciones Exteriores de las Américas adoptaron la resolución AG/RES. 2438 (XXXIX-O/09), la cual resuelve que la Resolución de 1962, mediante la cual se excluyó al Gobierno de Cuba de su participación en el sistema interamericano, queda sin efecto en la Organización de los Estados Americanos (OEA). La resolución de 2009 declara que la participación de la República de Cuba en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del Gobierno de la República de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA.
  2. Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC): Foro intergubernamental para el diálogo político y la integración de América Latina y el Caribe. Incluye a todos los países de la región, excluyendo a Estados Unidos y Canadá.
  3. Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR): Promueve la integración regional en Sudamérica. Miembros incluyen Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
  4. Mercado Común del Sur (MERCOSUR ): Bloque económico y comercial. Miembros plenos: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela (actualmente suspendido desde el año 2016). Miembros asociados: Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam.
  5. Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SG-SICA): Promueve la integración de Centroamérica. Miembros: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
  6. Alianza del Pacífico: Bloque económico y comercial. Miembros: Chile, Colombia, México y Perú.
  7. Comunidad del Caribe (CARICOM): Promueve la integración económica y la cooperación en el Caribe. Miembros: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago.
  8. Banco Interamericano de Desarrollo (BID): Proyectos de desarrollo económico y social. Se fundó como una alianza entre Estados Unidos y 19 países de América Latina y el Caribe: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
  9. Organización de Estados Iberoamericanos -OEI-: Promueve la cooperación en educación, ciencia y cultura en los países iberoamericanos. Los Estados miembros de la OEI son: Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Pudiéramos citar algunos casos de éxitos de estas organizaciones; pero ciertamente no son suficientes en comparación con los desafíos y las críticas que han recibido estas organizaciones, pero sin ánimo de echar por tierra la labor que han realizado con buenas intenciones, pudiéramos definir algunas de las causas que se hacen notables y que han repercutido negativamente en el desarrollo próspero y sostenible de la región de América Latina y el Caribe:

  1. Regionalismo y exclusión. No todos los países se han incorporado en todas las organizaciones y las negociaciones; lo cual repercute en el desarrollo y prosperidad de la misma.
  2. Diferencias políticas. Tanto las organizaciones como los países no han sabido sobrellevar sus diferencias y desacuerdos políticos y económicos, como tampoco han sabido dejarlos a un lado, para centrarse en el desarrollo económico de la región. Se interpone la política, ante la economía.
  3. Conflictos internos por temas como los anteriormente mencionados, han obstaculizado la cooperación y el progreso dentro de estas organizaciones.
  4. Desigualdad económica. Existe una disparidad en los niveles de desarrollo y recursos entre los países de la región, lo que dificulta la implementación de políticas y programas regionales equitativos. No se vé la región como un sistema integrado, ni se gestiona como tal. La persistente pobreza limitan el mercado interno y la capacidad de consumo, restringiendo las oportunidades de expansión empresarial. Esta desigualdad también afecta la disponibilidad de mano de obra calificada y las condiciones laborales, impactando en la economía y en el éxodo de emigrantes.

Número de emigrantes internacionales en países de América Latina en 2020 (en millones).

Económicamente, la región de América Latina y el Caribeenfrenta una volatilidad considerable, con crisis financieras frecuentes que desestabilizan la cadena de suministro. El crecimiento económico es desigual: mientras países como República Dominicana y Paraguay experimentan un crecimiento robusto (según informa Trading Economics), otros como Cuba, Haití y Venezuela enfrentan crisis severas. Estos desafíos resaltan la necesidad de reformas estructurales para un desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida.

La inestabilidad política, con cambios abruptos de gobierno y políticas comerciales, y la presencia de políticas proteccionistas complican el comercio tanto intra como extrarregional. La infraestructura de transporte es otra barrera, con una gran disparidad en calidad entre áreas urbanas y rurales, y con carreteras, puertos y aeropuertos frecuentemente en mal estado.

Aunque la adopción de tecnologías avanzadas en la cadena de suministro está en crecimiento, sigue siendo limitada en comparación con otras regiones, debido a una insuficiente inversión en innovación y desarrollo tecnológico, lo que reduce la competitividad regional.

Por otra parte, en América Latina y el Caribe no existe una sola organización que integre de tal manera que exista un mercado único y una libre circulación entre todos los paises, sus empresas, sus capitales y ciudadanos. Cada país tiene su propia moneda y aunque en el año 2017 Venezuela propuso la idea de una criptomoneda llamada PETRO para tema de relaciones internacionales respaldada en el petroleo; lo cual tampoco tuvo éxito y en apenas 6 meses desapareció.

En este contexto, teniendo en cuenta la situación real de América Latina y el Caribe y la experiencia de organizaciones mencionadas en este artículo, comprendo que crear una organización o asociación más no es la solución para lograr una integración económica en la región. Toda vez que las existentes ya tienen su experiencia y mecanismo.

Sin embargo, considero que una integración económica bajo una gestión efectiva de la cadena de suministro sería el paso de solución para el desarrollo económico y la competitividad regional. Por tal motivo, en un siguiente artículo mostraré una:

Propuesta de un Modelo Integrado y Sostenible de Gestión de Cadena de Suministro para la Región de América Latina y el Caribe.

Considerándo que un modelo de gestión específico para esta región va:

  1. Maximizar la eficiencia al coordinar todas las actividades relacionadas con la adquisición, producción y distribución de bienes o servicios.
  2. Optimizar los procesos, reduciéndo los costos operativos y evitándo los desperdicios.
  3. Garantizar la entrega oportuna de productos de alta calidad, lo que mejora la satisfacción del cliente y fortalece la reputación de la empresa.
  4. Incrementar la visibilidad y trazabilidad a lo largo de la cadena de suministro. Esto permite identificar posibles problemas y tomar decisiones informadas para mejorar el proceso.
  5. Mejorar la infraestructura y las condiciones de trabajo de los empleados.
  6. E indiscutiblemente va a integrar a todos los paises.

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